Nuestra casa se esta resquebrajando, muchos intentan cesar las roturas con cemento, pero el problema no cesa, se alarga. El problema no reside en las roturas, reside en los cimientos, los cimientos que un día crearon los padres de la Constitución, cimientos rotos desde el primer momento, todo lo que se está creando encima es frágil y está cada día más a punto de destruirse.
Los españoles ya no creen en la Constitución, yo mismo creo que ahora es inservible, este grave problema debe tener un final rápido. La realidad es que la Constitución de 1978 está demostrando una gran cantidad de vacíos legales. Esta Constitución defiende la Educación y Sanidad pública, pero permite que en comunidades autónomas como Madrid puedan privatizar varios hospitales. Defiende la división de poderes, pero la realidad es que esa división no existe, a la vista está como el partido que gana las elecciones le toca una televisión pública, un banco, y el poder judicial. La Constitución defiende la Democracia como forma de Gobierno, pero la realidad es que tanto la Ley D'Hont como los estamentos políticos rompen el juego democrático y favorecen a los partidos mayoritarios, los referéndum no son vinculantes, la única forma de llevar una propuesta al Congreso es mediante una iniciativa popular que rara vez se acepta estudiar. Esta Constitución es la Constitución más inalterable de toda la zona europea, la dificultad de su modificación es una barbaridad.
La Constitución fue algo maravilloso, que cambio la España franquista por una democrática, bien es cierto que ahora está obsoleta, un debate serio a plantearse es la creación de una nueva Constitución, la calle demanda un nuevo Proceso Constituyente, hagámoslo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario