viernes, 24 de junio de 2016

EL BREXIT

Siento un profunda tristeza. La tristeza de que nuestros hermanos británicos hayan decidido abandonar la Unión Europea.

La Unión Europea a cometido muchísimos errores, algunos muy graves, pero han sido tantos los aciertos y los avances de esta unión de países que solo podemos sentir tristeza por Reino Unido.

Hace 100 años ver a un alemán estudiar en España, o viceversa, era imposible. La mayoría de los europeos no nos conocíamos ni nos comunicábamos. Cuando empezó a fraguarse la idea de la Comunidad Europea los europeos empezamos a darnos la mano. España con su integración en las Comunidades Europeas dio un giro de 360 grados para empezar a ser un país de prosperidad y dejar de ser los hambrientos hijos de la dictadura.

Hoy día podemos viajar, trabajar y vivir en cualquier país de la Unión como si fuéramos nacionales del mismo. Los productos comerciales se mueven por Europa sin cobrarnos impuestos. Por ejemplo, los españoles podemos importar lechuga de Almería a Alemania, para que ellos puedan exportar coches aquí, sin ponernos zancadillas. No existen tampoco barreras para la seguridad y al policía, por ejemplo, un policía griego puede llamar a un policía francés para que le de datos de un detenido belga.

El proceso de integración europea sigue día a día, nunca ha llegado a su culminación. Naturalmente la Unión Europea debe mejorar, evitar la austeridad económica y el maltrato a los países del sur. Pero ésta cualidad es culpa de una ideología política determinada que reina en Europa, no de la idea de UNIÓN de todos los pueblos europeos para vivir como hermanos. Ahora vienen unos años en los que la Unión deberá hacer muchos cambios.

Los nacionalismos solo traen odios, y este caso es un ejemplo. Dejemos de hablar de nacionalismos inservibles y miremos un mundo y una Europa unida que haga que todos podamos vivir con todos, donde queramos, trabajemos donde podamos y podamos comerciar juntos bajo una vecindad de hermanos.

miércoles, 22 de junio de 2016

CARTA DE UN "APRENDIENTE": LA FELICIDAD ES ALGO QUE NO MERECE SER SACRIFICADO.

Es preferible sacrificar la excelencia para ser feliz que no sacrificar la felicidad para ser excelente. Debemos luchar por la mejor nota posible, pero nunca sacrificar nuestra vida y nuestra felicidad. Hay que buscar el equilibrio.
Esto no va de exámenes, va de conocimientos. No va de estudiar, si no de aprender. Los conocimientos se adquieren de muchas formas. Se adquieren en un aula, en un libro o en la barra de un bar. Debemos estudiar lo impuesto de forma justa y lo que nos guste con pasión, porque lo que nos guste si lo aprenderemos, lo impuesto lo olvidaremos.
Debemos quitarnos de la cabeza esa palabra llamada "estudiar". No sirve para nada. Empecemos a usar aprender y de verdad podremos ser felices.
Firmado: Un feliz "aprendiente" patológico y estudiante mediocre.