Aquella imagen me impresiono. Quizás por aquello, por falta de imagen, por falta de luz. La imagen se tomaba a 10000 metros. El avión en el que iba el fotógrafo se acercaba a Tel Aviv y la imagen que se captaba desde las alturas era la imagen del orden que evocaban las luces perfectamente trazadas entre las calles y los edificios. Daba la sensación de que ahí había riqueza, de que ahí había poder. Minutos después, con la siguiente foto, las luces desaparecieron. La oscuridad lo tragó todo. No había nada o parecía que no lo había, porque el avión estaba sobrevolando en realidad una de las zonas más pobladas del planeta, pero quienes vivían ahí abajo no disponían de electricidad ni de riqueza. Era Palestina, era Cisjordania. Esa era la realidad, el rico vivía al lado del pobre.
El premio nobel de la paz, Barack Obama, lamenta la muerte de civiles, aunque justifica lo que está ocurriendo como el derecho de Israel a defenderse. Será cosas del lenguaje y la palabra "defenderse" signifique para él matar, bombardear y sembrar el dolor a una población civil, como si los "malos" fueran los que están bajo las bombas y los escombros.
A día de hoy se habla de casi quinientos muertos civiles palestinos y trece soldados israelíes. No sé hasta que punto es proporcional.
Nadie hace nada y nadie parece querer hacer nada. La ONU hace un llamamiento al alto al fuego, a detener la sangría, a lo que sea, es decir, a lo mismo de siempre en los últimos sesenta años, a nada. El resultado no será mejor que el de siempre.
La diplomacia actúa tarde y lo hace tan tarde que llega a destiempo a cualquier solución. La diplomacia internacional tiene la costumbre de llegar siempre después de la muerte, tan tarde y tan poco válida que uno empieza a pensar que ese es el objetivo, llegar tarde y mal, llegar cuando ya no quedan vidas que salvar y se ha cubierto el cupo de víctimas.
Una vez alguien dijo algo que me caló hondo, "cuando la razón está claramente de un lado es de cobardes mantenerse neutral". Siempre asocio esta frase a lo que está ocurriendo en este conflicto. Luego sí, te llaman de todo por defender la vida, la paz. Y no es por restarle culpa a los dos bandos, aunque hay uno que a la vista está, que sufre más.
Pero cada vez son más los israelíes los que dicen basta ya con lo que está ocurriendo, y eso si puede ser el inicio del fin del conflicto, que están en contra de poner en marcha una maquinaria de guerra en su nombre, una maquinaria que solo genera odio y muerte.